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Honduras, Nicaragua, El Salvador y Belice logran importantes avances en la salud de su población más vulnerable

 

La Iniciativa Salud Mesoamérica presentó hoy en Washington esperanzadores resultados en la mejora de la calidad y la atención de salud de las mujeres y niños más pobres de Mesoamérica.

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Representantes de la Iniciativa Salud Mesoamérica presentaron hoy los resultados alcanzados por Honduras, El Salvador, Nicaragua y Belice en la mejora de la salud materno-infantil del quintil más pobre de su población. Una evaluación independiente realizada por el Instituto de Evaluación y Métricas de la salud (IHME) mostró que estos cuatro países han logrado cumplir con metas ambiciosas en mejoras de acceso, cobertura y calidad en los servicios de salud de mujeres y los niños en indicadores como atención prenatal y post parto, vacunación o reducción de la incidencia de anemia y parásitos intestinales entre niños de 0 a 2 años.

Entre los principales logros que han logrado estos países en los últimos cinco años destaca el aumento de la atención prenatal temprana en un 31% en Nicaragua, el incremento de un 23% de la cobertura de parto institucional en Honduras o el control post parto temprano, que ha crecido un 81% en Belice. En el caso de El Salvador, destaca la cobertura de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola, que ha aumentado un 39% entre los niños de 12 a 23 meses.

Según esta evaluación, la calidad ofrecida por los servicios de salud también mejoró sustancialmente. En Honduras, Nicaragua y Belice el manejo de complicaciones obstétricas de acuerdo con estándares se incrementó de entre 17% a 61% y en El Salvador la calidad en la atención prenatal aumentó un 24%.

También los niños y niñas más vulnerables de la región se han visto beneficiados. El 95% de los niños enfermos de diarrea ya son tratados con zinc en Belice y Honduras, mientras que el manejo de infecciones, prematurez y asfixia en recién nacidos de acuerdo a la norma se incrementó en 30 puntos porcentuales en Honduras. Igualmente, se han logrado importantes avances en materia de salud reproductiva. Por ejemplo, en el caso de El Salvador, el uso de métodos de planificación familiar pasó de un 53% a un 75%, lo que representa un aumento de 22 puntos porcentuales en cinco años.

La inversión que la Iniciativa Salud Mesoamérica ha realizado hasta la fecha en estos cuatro países es de US$9,4 millones de fondos de donación que han apalancado US$7,5 millones de fondos propios de los países. En total, estos cuatro países han recibido en total US$3,7 millones como premio a sus logros.

La Iniciativa Salud Mesoamérica (ISM) es una iniciativa público-privada gestionada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que nació en el año 2011 con el objetivo de apoyar a los países de Mesoamérica a lograr las metas de salud establecidas para 2015, especialmente para las mujeres y los niños que se encontraban en el 20% más pobre de su población. Los promedios nacionales de estos países mostraban resultados positivos en salud, pero evidenciaban sustanciales brechas de equidad. El proyecto de la ISM se centró en mejorar el acceso a la salud con calidad de 1,8 millones de mujeres y niños de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y el Estado de Chiapas en México

Este modelo de desarrollo está basado en la fórmula de financiamiento basado en resultados y cuenta con el apoyo de la Fundación Carlos Slim, la Fundación Bill & Melinda Gates, y los Gobiernos de España y Canadá. De esta manera, los donantes y el BID aportan el 50% del capital y el otro 50% lo aporta el país. Si el país cumple con las metas negociadas, recibe un premio equivalente al 50% de su contribución original y los gobiernos pueden invertir este dinero libremente en el sector salud de sus países. Hay muchos ejemplos de modelos de financiamiento basados en resultado; sin embargo, el modelo de desarrollo de la ISM aporta un plus que va más allá del establecimiento de metas y el incentivo financiero atado a su logro. El modelo de la ISM combina la oferta y demanda, el incentivo a nivel nacional, el apropiamiento de los gobiernos, el apalancamiento de recursos financieros, la medición externa y el acompañamiento técnico en todos los niveles. La combinación de estos factores es lo que garantiza resultados y un mejor desempeño de los sistemas públicos de salud.