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Información publicada originalmente en el blog gentesaludable

En América Latina y el Caribe hay más de 383 millones de usuarios de servicios de salud, mayormente de grupos pobres o vulnerables, a quienes los sistemas públicos deben asegurar el acceso a la salud. En un escenario de restricción de recursos y demandas sanitarias crecientes, la organización de los servicios de salud con base en redes integradas favorece el acceso de la población a servicios de calidad y promueve el uso eficiente de los recursos.

En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enfrentamos permanentemente el desafío de la implementación de redes de salud como parte de los proyectos de inversión en los países de la región.  El objetivo principal es que contribuyan eficazmente a mejorar la salud de la población, con calidad y optimizando el uso de los recursos disponibles. Hemos avanzado en la sistematización de metodologías de análisis y planificación de redes de salud, avance que ha sentado las bases para el curso virtual Planes Maestros de Inversiones en Salud con Enfoque de Red.”

 

Todo lo que tienes que saber:

Fecha de inicio: 1 de agosto 2019

Fecha de cierre: 31 de octubre de 2019

Fecha límite para inscribirse: 30 de septiembre de 2019

Costo: gratuito

Este curso puede completarse en cuatro semanas, pero está diseñado para que el participante siga su propio ritmo de estudio en un período de 3 meses para completar todos los módulos.

Una vez que te registres, deberás esperar a la apertura del curso para poder acceder al mismo. Recibirás un correo electrónico con información para el acceso.

Si tienes preguntas, envía un correo electrónico a Ana Haro a aharo@iadb.org

Qué aprenderás

En este curso podrás aprender sobre las tres fases clave en la implementación de una red de salud.

  1. En la primera se realiza un diagnóstico y se clasifican las variables que determinan:
  • La demanda de servicios, como características de la población, epidemiología, accesibilidad y determinantes de la salud.
  • La oferta de recursos incluyendo personal, infraestructura, equipamiento y recursos humanos.
  • La organización, gestión y funcionamiento de la red.
  • La producción de servicios.

2. La segunda fase corresponde a la provisión de servicios y recursos, que se elaboran a partir de la proyección de la población, las brechas de gestión de servicios y recursos, la incorporación de nuevos servicios y la optimización de la organización y funcionamiento de la red.

3. Finalmente, en la tercera fase se elaboran los productos necesarios para la construcción de la red asistencial, que incluyen el plan de desarrollo de la red, el plan maestro de inversiones y el plan de desarrollo de recursos humanos en salud.

 Oportunidades de certificación

Este curso forma parte de la tercera edición del Programa de Gestores en Salud del BID, que incluye además los cursos de Estudios de Preinversión Hospitalaria y Asociaciones Público Privadas en Salud, y en los cuales ya han participado más de 1.200 profesionales del sector de la salud. Estos cursos arrancarán el 1 de septiembre y el 1 de octubre de 2019, respectivamente.

Al completar el curso y cumplir ciertos lineamientos, podrás ser elegible para obtener certificación en Planificación y Preparación de Inversiones en el Sector Salud o en Planes Maestros y Preinversión en Salud. Para conocer los criterios de elegibilidad, visita la página del curso en este enlace.

Si trabajas en el sector público en temas relacionados a la salud, ya sea en finanzas, inversión, planificación, APPs, gestión hospitalaria, o similares, te invito a aprovechar la oportunidad para aprender sobre planes maestros de inversiones en salud y postular hoy a este curso gratuito.

 

La tercera fase de la Iniciativa Salud Mesoamérica se prolongará durante los próximos 18 meses e incluirá también la lucha contra el cáncer cérvico-uterino

El principal objetivo de esta nueva estrategia es reducir la mortalidad materna hasta la tasa de 60 por cada 100.000 nacimientos y la tasa de mortalidad neonatal hasta los 8 por cada mil nacimientos.

Desde el comienzo de la primera operación, hasta la actualidad, la Iniciativa Salud Mesoamérica ha prestado atención a 67.624 mujeres en edad fértil y a 33.261 niños menores de cinco años que viven en las regiones más vulnerables del país

 

Honduras no baja la guardia en su lucha contra la mortalidad materna e infantil. La Secretaría de Salud de Honduras y el Banco Interamericano de Desarrollo han acordado prolongar la Iniciativa Salud Mesoamérica (ISM) durante 18 nuevos meses con una financiación adicional de 4.9 millones de dólares destinada a seguir reduciendo las tasas de mortalidad materna e infantil entre la población que vive en el 20 por ciento más pobre del país. Se trata de la tercera operación de la ISM en Honduras. Desde el comienzo de la primera operación, hasta la actualidad, la Iniciativa Salud Mesoamérica ha prestado atención a 67.624 mujeres en edad fértil y a 33.261 niños menores de cinco años que viven en las regiones más vulnerables del país

El principal objetivo de esta nueva estrategia es reducir la mortalidad materna hasta la tasa de 60 por cada 100.000 nacimientos y la tasa de mortalidad neonatal hasta los 8 por cada mil nacimientos. De esta manera, se pretende reforzar el gran esfuerzo que ha realizado el país en los últimos años por prevenir este tipo de muertes. De hecho, Honduras fue uno de los países a nivel mundial más exitosos en reducir de la mortalidad materna. En poco más de diez años, este país logró reducir la tasa de mortalidad materna en un 61por ciento, pasando de 182 a 73 muertes por 100,000 niños nacidos vivos. Esta cifra supone diez puntos menos que la media de toda la región latinoamericana, que se encuentra en 85 por cada 100.000.

La principal novedad de esta tercera operación de la ISM en Honduras será la lucha contra el cáncer cérvico uterino en mujeres en edad fértil, una enfermedad que afecta a 29 de cada 100.000 habitantes en el país. Actualmente, las mujeres afectadas por esta dolencia esperan, al menos, 61 días hasta ser diagnosticadas y hasta 1083 días para recibir tratamiento. Para reducir este tiempo de espera, el Gobierno de Honduras y el BID realizarán más de 12.500 pruebas de detección de cáncer cervical en los municipios de San Marcos de Colón, Concepción de María y Duyure y en el departamento de Choluteca, donde se implementará una estrategia para detectar y tratar lesiones premalignas.

Además, este proyecto conjunto entre el Gobierno y el Honduras seguirá reforzando la cobertura y la calidad de la atención durante la preconcepción, el embarazo y la atención posparto. Para ello, se fortalecerá la atención de preconcepción para al menos 6,619 mujeres en edad fértil, se mejorará el control y acceso a servicios de salud a través de los ESFAM, fortaleciendo la suplementación sistemática con ácido fólico, el manejo rápido de patologías y factores de riesgo antes del embarazo (diabetes e hipertensión), y se asegurará la suplementación con vitaminas de las mujeres que lo requieren. Igualmente se fortalecerá la inscripción de mujeres embarazadas antes de las 12 semanas y la realización de pruebas de laboratorio rápidas a través de ESFAM y promotores de salud en la comunidad. El proyecto también incluye el fortalecimiento de la atención prenatal, de parto y posparto e incluirá el acceso a un obstetra y otros especialistas en casos de patologías o riesgos durante el embarazo.

En el ámbito de la salud infantil, se fortalecerá la estrategia de Manejo Integrado de Enfermedades Infantiles, así como la distribución de zinc, sales de rehidratación oral y micronutrientes en 360 puestos de distribución comunitaria.

El Gobierno de Honduras será el principal financiador de este proyecto con una aportación inicial de más de tres millones de dólares, que se complementan con otro millón de dólares aportado por socios privados y públicos como la Fundación Bill & Melinda Gates, la Fundación Carlos Slim y el Gobierno de Canadá.  Si el Gobierno de Honduras cumple con los objetivos pactos al final de la operación, recibirá otros 850.000 dólares por parte de estos donantes.

 

Historia de un éxito

Las mujeres y los niños más vulnerables de Honduras han mejorado el acceso a los servicios de salud de calidad en los últimos cuatro años. Los resultados de la medición del segundo proyecto de la Iniciativa Salud Mesoamérica (2013-2017) mostraron importantes avances en el acceso a la salud del 20 por ciento más pobre de la población del país. Entre los principales logros destaca el aumento del parto institucional, que ha pasado de un 68,6 por ciento en 2013 a representar un 84,7 por ciento en 2017. De igual manera, se ha producido un notable aumento en la atención de acuerdo con las normas médicas de las complicaciones neonatales, subiendo de un 10 por ciento a un 42,9 por ciento del total en apenas tres años. La atención prenatal durante el primer trimestre del embarazo también ha mejorado de manera sustancial entre las mujeres más vulnerables de Honduras: en 2013, sólo un 59,2 por ciento recibía esta atención mientras que, en 2017, esta cifra ascendió al 89 por ciento. También destaca el aumento de las atenciones postparto en los siete primeros días tras el nacimiento, que han pasado de representar un 47 por ciento en 2017 a ocupar un 60,4 por ciento en 2017.

Durante la segunda mitad de 2017, el Instituto para la Evaluación de Métricas para la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) realizó una encuesta en las zonas del país donde se estaba implementando el proyecto con el fin de verificar si se habían cumplido los objetivos previsto al comienzo de la operación. La encuesta del IHME incluyó 90 centros de salud y 2.439 hogares.  Tras comprobar que Honduras ha logrado cumplir con los objetivos previstos con el BID y con los donantes, recibirá una compensación económica de 1.750.000 dólares que la Secretaría de Salud Pública de Honduras podrá invertir en cualquier proyecto de salud que considere de interés. La segunda operación de la Iniciativa Salud Mesoamérica comenzó el 28 de mayo de 2015 y concluyó el 28 de mayo de 2017. Este proyecto contó con un presupuesto total de US$8.750.000 que fueron financiados por el Gobierno de Honduras y por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con fondos de un grupo de donantes formado por la Fundación Carlos Slim, la Fundación Bill & Melinda Gates y el Gobierno de España.

El pasado año se registraron 642 nuevos casos en el país, principalmente concentrados en el departamento de Gracias a Dios

 

Tegucigalpa. 30 de julio de 2019

La Secretaría de Salud de Honduras y el Banco Interamericano de Desarrollo se han comprometido a eliminar la malaria del país para finales del próximo año 2020. Para ello, firmaron el pasado 30 de julio un convenio que contempla una inversión de más de once millones de dólares americanos (11.141.686 USD), de los que más de siete millones proveniente del aporte de la Secretaría de Salud y los otros cuatro restantes por parte de un grupo de un asocio de donantes formado por la Fundación Carlos Slim, la Fundación Bill & Melinda Gates y el Fondo Global.

La malaria afectó durante el pasado año 2018 a un total de 642 personas en el país, especialmente en 20 municipios concentrados en el departamento de Gracias a Dios, en el noreste del país. La malaria puede ser una enfermedad mortal y genera graves complicaciones para la salud de la persona que las padecen. Se trata de un parásito que es transmitido entre humanos a través de la picadura de un mosquito. 

El objetivo de esta operación, que tiene como nombre Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria (IREM) es contribuir a la eliminación de la malaria en Honduras, a través de la interrupción de la transmisión del parásito de humano a humano. Para ello, gran parte de la inversión se destinará al fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica del país, a la gestión de los focos en las zonas endémicas, así como la aplicación de medidas complementarias de control vectorial y prevención de la transmisión.

Una de las principales novedades de este proyecto será asegurar el diagnóstico con calidad de pacientes con fiebre en las primeras 48 horas y el tratamiento de pacientes con malaria en las primeras 72 horas. De esta manera, se pretende interrumpir la transmisión de la enfermedad en la población especialmente en los 20 municipios de Gracias a Dios más afectados por esta enfermedad.

La Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria busca apoyar a los países de la región para que logren la eliminación de la transmisión de esta enfermedad en el año 2022, y convertirla en la primera región del mundo en cumplir este objetivo. Para ello se fortalecerán actividades estratégicas que garanticen la aplicación de la metodología de detección oportuna y tratamiento temprano propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para la eliminación de la malaria.

A través de la IREM se busca eliminar el riesgo de padecer malaria para cerca de 19 millones de personas que viven en los países de Mesoamérica, eliminando alrededor de 40 mil casos anuales, los cuales tienen un grave impacto en el desarrollo personal y comunitario de las personas.

La Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria, es una alianza público-privada en la que participan los gobiernos de los países de Centroamérica, Colombia y República Dominicana, Fundación Carlos Slim, Fundación Bill & Melinda Gates, el Fondo Global para la lucha contra el SIDA, Tuberculosis y Malaria de la OMS, el Banco Interamericano de Desarrollo, así como otras instituciones involucradas en la lucha contra esta enfermedad, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (COMISCA), Clinton Health Access Initiative (CHAI) y el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica.

El modelo de éxito de la Iniciativa Salud Mesoamérica

La Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria ha tomado como referencia el exitoso modelo basado en resultados de la Iniciativa Salud Mesoamérica, en el que la inversión de recursos de socios públicos y privados moviliza recursos de los fondos nacionales de los países, un hito importante para la sostenibilidad de la Iniciativa. Además, los gobiernos de los países involucrados reciben un incentivo económico en el caso de cumplir con las metas acordadas al comienzo del proyecto.

Desde el año 2013 la Iniciativa Salud Mesoamérica ha prestado atención a 67.624 mujeres en edad fértil y a 33.261 niños menores de cinco años que viven en las regiones más vulnerables Honduras. Los resultados de la medición del segundo proyecto de la Iniciativa Salud Mesoamérica (2013-2017) mostraron importantes avances en el acceso a la salud del 20 por ciento más pobre de la población del país. Entre los principales logros destacó el aumento del parto institucional, que ha pasado de un 68,6 por ciento en 2013 a representar un 84,7 por ciento en 2017. De igual manera, se produjo un notable aumento en la atención de acuerdo con las normas médicas de las complicaciones neonatales, subiendo de un 10 por ciento a un 42,9 por ciento del total en apenas tres años. La atención prenatal durante el primer trimestre del embarazo también mejoró de manera sustancial entre las mujeres más vulnerables de Honduras: en 2013, sólo un 59,2 por ciento recibía esta atención mientras que en 2017, esta cifra ascendió al 89 por ciento. También destacó el aumento de las atenciones postparto en los siete primeros días tras el nacimiento, que pasó de representar un 47 por ciento en 2017 a ocupar un 60,4 por ciento en 2017.

 

Tegucigalpa. 8 de junio de 2019

La Secretaría de Salud de Honduras se ha equipado con diez nuevos vehículos para fortalecer su lucha contra la malaria en las regiones más afectadas por este parásito. Esta adquisición, apoyada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria (IREM) ha supuesto una inversión de 243.000 dólares americanos y permitirá al personal de salud atender con mayor eficacia los focos de transmisión de malaria en las regiones de Colón, Yoro, Atlántida, Cortés, Comayagua, El Paraiso, Islas de la Bahía y Gracias a Dios.

La malaria afectó durante el pasado año 2018 a un total de 642 personas en el país, especialmente en 20 municipios concentrados en el departamento de Gracias a Dios, en el noreste del país. La malaria puede ser una enfermedad mortal y genera graves complicaciones para la salud de la persona que las padecen. Se trata de un parásito que es transmitido entre humanos a través de la picadura de un mosquito. 

La Secretaría de Salud de Honduras y el Banco Interamericano de Desarrollo se han comprometido a eliminar la malaria del país para finales del próximo año 2020. Para ello, firmaron el pasado 30 de julio un convenio que contempla una inversión de más de once millones de dólares americanos (11.141.686 USD), de los que más de siete millones proveniente del aporte de la Secretaría de Salud y los otros cuatro restantes por parte de un grupo de un asocio de donantes formado por la Fundación Carlos Slim, la Fundación Bill & Melinda Gates y el Fondo Global.

El objetivo de esta operación, que tiene como nombre Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria (IREM) es contribuir a la eliminación de la malaria en Honduras, a través de la interrupción de la transmisión del parásito de humano a humano. Para ello, gran parte de la inversión se destinará al fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica del país, a la gestión de los focos en las zonas endémicas, así como la aplicación de medidas complementarias de control vectorial y prevención de la transmisión.

Una de las principales novedades de este proyecto será asegurar el diagnóstico con calidad de pacientes con fiebre en las primeras 48 horas y el tratamiento de pacientes con malaria en las primeras 72 horas. De esta manera, se pretende interrumpir la transmisión de la enfermedad en la población especialmente en los 20 municipios de Gracias a Dios más afectados por esta enfermedad.

 

julio 29, 2019 por Ferdinando Regalia | Jennifer Nelson | Luis Tejerina

Publicado originalmente en blog Gente Saludable del BID

¿Alguna vez te regalaron una mascota? En ese caso, no tuviste que pagar por ella, pero probablemente las cuentas de alimentación y chequeos veterinarios sumaron un monto importante. Algo similar ocurre con las soluciones de código abierto en salud. Es realmente admirable que uno pueda obtener soluciones para registros médicos, gestión de hospitales, telemedicina, apoyo al diagnóstico clínico, entre otros, con tan solo descargar el código de internet, sin necesidad de pagar por una licencia.

Sin embargo, antes de llenar nuestros discos duros con código gratuito, es importante conocer las ventajas y desventajas de este tipo de soluciones y el costo real de implementar una solución de este tipo. La verdad es que toda implementación de software implica costos y requiere personal, pero existen diferencias y consideraciones importantes sobre las licencias disponibles en el mercado. El Banco Interamericano de Desarrollo acaba de publicar una valiosa guía que explora esta cuestión.

La guía “Comprar, construir o adaptar – ¿Cómo decidir?” presenta ventajas, desventajas y otros factores a considerar al momento de tomar una decisión sobre qué licencia es la más apropiada para un sistema de información. El documento es parte de una serie de materiales cuyo propósito es simplificar contenido técnico para personal no informático que debe tomar decisiones que afectan el uso de la tecnología en salud.

El código abierto llegó para quedarse

En la actualidad el código abierto es esencial para el funcionamiento del software. El internet no funcionaría sin él. Por poner un ejemplo, ¿sabías que, a partir de marzo de 2018, el 64% de todos los sitios web activos se ejecutaban en servidores web que utilizan código abierto como Apache o nginx?

Proyectos de código abierto se han desarrollado para casi todos los dominios de la atención de la salud en entornos de alto y bajo nivel de recursos. Esto incluye sistemas de informes de salud (DHIS2), gestión de recursos humanos (iHRIS), imágenes (dcm4che), laboratorio (Bika, OpenELIS), investigación (i2b2), recopilación de datos móviles (CommCare, Medic Mobile, Open Data Kit), gestión de desastres (Ushahidi), interoperabilidad (Mirth, OpenHIE) e historia clínica electrónica (EHRs, por sus siglas en inglés).

Todos estos se han utilizado en cientos, si no miles, de sitios de atención médica. Sin embargo, el software de código abierto no es tan conocido ni comprendido como el software propietario, en parte porque existen cientos de tipos de licencias de código abierto.

Software abierto vs. propietario

En el caso de la implementación de la historia clínica electrónica, existen varias soluciones con diversas características que se pueden adaptar a distintas realidades. Un ejemplo es OpenEMR, que tiene funcionalidad para un portal de pacientes y cuenta con proveedores certificados en 13 países, entre ellos Argentina, Reino Unido y Estados Unidos. Estudios recientes han comparado los sistemas más comunes con base en sus funcionalidades.

Estas soluciones de código abierto tienen ventajas sobre las soluciones propietarias. Estas son algunas:

  • Son más fáciles de adquirir y probar antes de la implementación
  • No dependen del mismo proveedor para los cambios en el sistema
  • Proporcionan mayor control sobre los datos
  • Implican menores costos de desarrollo y configuración
  • Facilitan mayor interoperabilidad

Sin embargo, estas ventajas no implican que el código abierto sea la mejor solución para todos.

¿Cuándo usar código abierto?

Antes de lanzarse a un proyecto de implementación de código abierto, hay que tener claras las desventajas. Por ejemplo, generalmente hay que invertir más en personalización y actualizaciones del software, incluidas las de seguridad. Además, el desarrollo puede depender de otros usuarios y, por lo tanto, tardar más tiempo. Los riesgos de responsabilidad e indemnización no están cubiertos, a menos que haya un proveedor específico. Finalmente, en el caso de América Latina y el Caribe, parece existir una menor oferta de empresas de tecnología que ofrezcan servicios de implementación de soluciones de código abierto en salud.

También hay que tener en cuenta que, sin un contrato con un proveedor, una cantidad de costos de implementación y operación caerán a cuenta del país. Estos incluyen:

  • Personalización del sistema
  • Entrenamiento del personal
  • Migración de datos
  • Mantenimiento del centro de datos
  • Instalación de hardware y parches

Al igual que la mascota regalada, el código abierto requiere de una inversión de tiempo y recursos que le permita crecer y madurar.

¿Cómo decidir?

Una solución que ha sido común en la región es partir de cero y desarrollar software totalmente adaptado a las necesidades de las instituciones. Esto corre el riesgo de subestimar el trabajo requerido y puede resultar en duplicación de costos, dado que existen soluciones que incorporan la experiencia de comunidades de miles de usuarios.

¿Sería más eficiente reutilizar un código existente? ¿Existe una economía de escala en la región para este tipo de proyectos, considerando el interés de varios países en implementar proyectos similares? ¿Cuál solución me conviene? Nos parece importante explorar estas preguntas y para hacerlo te invitamos a descargar esta nueva guía gratuitamente y unirte a la discusión.