Por: Khristel Zavaleta Gamarra, consultora en transformación digital, IREM
Un total de 66 personas —incluyendo 44 colaboradores voluntarios (ColVol) y 22 profesionales de instituciones prestadoras de salud (IPS/ESE) y laboratorios— ya han sido capacitadas en el uso de herramientas digitales diseñadas para fortalecer el reporte oportuno y trazable de muestras de malaria en Colombia.
La formación se llevó a cabo en el marco de un piloto impulsado por la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM), administrada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con el Instituto Nacional de Salud (INS). Esta iniciativa busca modernizar los procesos de recolección de datos en terreno, como parte de una estrategia más amplia para erradicar la malaria en zonas endémicas del país.
Entre el 19 y el 21 de mayo de 2025, una misión técnica visitó el departamento del Chocó para desplegar las primeras capacitaciones en el municipio de Quibdó. En esta etapa, los participantes recibieron formación práctica, resolvieron dudas técnicas y realizaron pruebas en tiempo real con las nuevas herramientas:
- Un formulario web, dirigido al personal técnico de laboratorios, IPS y ESE.
- Un bot de WhatsApp, orientado a los ColVol, que permite reportar muestras desde cualquier teléfono móvil de forma ágil y accesible.
Durante la misión también se entregaron materiales de apoyo y se compartieron lineamientos para que los facilitadores locales repliquen la formación en nuevas zonas del departamento.
Este piloto, que ya cuenta con reportes activos, ha sido clave para evaluar la funcionalidad de las soluciones digitales en condiciones reales de operación. Gracias a esta fase, se han identificado ajustes técnicos y logísticos necesarios para un eventual escalamiento nacional.
La iniciativa no es aislada. Forma parte de un proceso progresivo de innovación digital que IREM viene impulsando en Colombia y en otros países de la región. Su objetivo es claro: contribuir a la eliminación sostenible de la malaria mediante el fortalecimiento de las capacidades locales, el uso estratégico de la tecnología y la coordinación efectiva entre actores nacionales, departamentales y comunitarios.
La experiencia de Quibdó demuestra que la digitalización, cuando se construye desde el territorio y con participación activa de sus actores, puede marcar la diferencia en la lucha contra enfermedades que aún afectan a las poblaciones más vulnerables de América Latina.