Este avance no es casualidad: es el resultado de una estrategia sostenida basada en evidencia, innovación terapéutica y cooperación técnica entre el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Inciensa y la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM), administrada por el BID.
Desde 2023, el país logró reducir en casi 97 % los casos autóctonos de malaria y fortaleció su red de diagnóstico con más puntos de toma de muestras, pruebas rápidas y capacitación continua al personal de salud. Estos esfuerzos han permitido detectar y atender casos con mayor rapidez, especialmente en comunidades donde la vigilancia es clave para cortar la transmisión.

Un hito fundamental ha sido la introducción de la tafenoquina, un tratamiento de cura radical de dosis única que elimina las formas latentes del parásito. Costa Rica es el primer país de Centroamérica y el Caribe, y el tercero en el mundo, en implementar esta innovación terapéutica, gracias a la coordinación efectiva entre instituciones nacionales y la IREM-BID.

Este progreso también refleja la adopción exitosa de un modelo de financiamiento basado en resultados (FBR), eje central de la IREM. El FBR permite alinear recursos con logros verificables, impulsar mejoras sostenidas en desempeño programático y fortalecer las capacidades institucionales. En Costa Rica, este enfoque ha consolidado un sistema más ágil, más preparado y más orientado a resultados, respaldado por evidencia y evaluación continua.
Gracias a estas capacidades instaladas —tecnológicas, humanas y operativas— el país está construyendo un camino sólido hacia la sostenibilidad: mantener la eliminación de la malaria dependerá ahora de preservar la vigilancia activa y continuar fortaleciendo la respuesta ante cualquier caso detectado.
El avance de Costa Rica demuestra que la combinación de liderazgo político, innovación y financiamiento estratégico es la clave para avanzar hacia una eliminación sostenible de la malaria en América Latina y el Caribe.
En el BID, seguimos comprometidos con acompañar este esfuerzo a través de la IREM, junto con nuestros socios: Fundación Gates, Fundación Carlos Slim y el Fondo Mundial.
El próximo desafío: consolidar capacidades y mantener la vigilancia para asegurar un logro histórico para la salud pública de la región.
